CREACIÓN DE UN CONSEJO DE EDUCACIÓN
Diputados porteños de la oposición proponen la creación del Consejo de Educación de la ciudad de Buenos Aires para que evalúe las políticas del sector. El mismo que estaría integrado por representantes de la comunidad educativa, elegidos por el voto directo de su sector.
Los diputados Laura García Tuñón (Buenos Aires para Todos), Maximiliano Ferraro (CC ARI), y Virginia González Gass (Proyecto Sur) propusieron la creación del Consejo de Educación de la ciudad de Buenos Aires que tiene como objetivo consensuar, supervisar, acordar y coordinar diferentes aspectos de la política educativa porteña, en un ámbito participativo y deliberativo y con injerencia exclusivamente en materia educacional y cuya autoridad de aplicación será el Ministerio de Educación.
Al respecto, Laura García Tuñón, como integrante de la Comisión de Educación y una de las autoras de la iniciativa, expresó: “Frente a la crisis educativa, este proyecto de ley busca la democratización de los conocimientos de los distintos representantes de los Consejos; y al mismo tiempo encierra la innovación y rescata los valores y las experiencias de excelencia que ya tiene esta ciudad. Apostamos a una educación de calidad que responda a los desafíos del siglo XXI”.
“La creación de estos Consejos -agregó la legisladora- se funda en la participación, son espacios de representación democrática para pensar, proponer y evaluar la política educativa en la ciudad de Buenos Aires de manera colectiva con representantes del Ministerio, del sindicato, estudiantes y padres”.
Para Maximiliano Ferraro, vicepresidente de la Comisión de Educación de la Legislatura de la Ciudad y otro de los autores de la iniciativa, “la creación de este Consejo es una oportunidad para garantizar la participación y mucho más aún cuando en la Ciudad todavía no tenemos Ley de Educación, que es la gran deuda pendiente desde la autonomía”.
“Además -explicó el legislador- el PRO pretende la creación de un instituto o mecanismo de evaluación sin ningún tipo de participación de las instituciones educativas y a eso debemos sumarle la reforma a la nueva escuela secundaria y por lo que venimos de conflicto tras conflicto. Por eso creemos que el Consejo de Educación, lo que va a permitir es poder mirar y trabajar transversalmente estas problemáticas y otras cuestiones que son más que importantes en el ámbito de la educación”.
En los fundamentos del proyecto se expresa que esta ley “intenta dotar al sistema educativo de la ciudad criterios de promoción de la igualdad educativa y evaluación de las políticas educativas y de formación docente. En este sentido, entendemos la inclusión como la búsqueda de equidad y participación específica del estado atendiendo las situaciones complejas y variadas de vulnerabilidad social”.
“En términos institucionales -continúan los fundamentos- de acuerdo a este principio democratizador, esta ley consagra la presencia del Consejo de Educación de la Ciudad como el ámbito educativo, plural y democráticamente conformado, donde los actores relevantes participan del debate y de la toma de decisiones en lo que respecta a cambios, continuidades y evaluaciones del sistema educativo”.
“El Consejo, conformado por representantes de todos los estamentos de la comunidad educativa, los que serán elegidos democráticamente y por el voto directo de los miembros de su respectivo sector, tiene como objetivo la participación directa en la vida de la comunidad”.
Según el proyecto, el Consejo estará presidido por el Ministro del área y 16 consejeros que representarán al Ministerio del área; los sindicatos con representación en las Juntas de Clasificación y Disciplina y de las escuelas privadas; estudiantes de escuelas secundarias; de estudiantes de Formación Docente; de las cooperadoras escolares; de la Supervisión General de Escuelas; un representante de los rectores de institutos de Formación Docente; y de especialistas en la materia de la UBA elegidos por la Legislatura. La coordinación estará a cargo de un director propuesto por la Legislatura porteña.
Finalmente, los autores del proyecto afirmaron que se trata de “un paso importante hacia una mayor democratización del sistema educativo ya que con la incorporación de distintos actores sociales en un órgano formal como lo es el Consejo de Educación de la Ciudad, se contribuye a la participación en la construcción de una política educativa integral; de promoción de la igualdad educativa; y de evaluación y formación docente, con el fin de mejorar la calidad de la educación”.