LINEA B – SUBTES
Esta vez no hubo fallas técnicas ni medidas gremiales: el servicio se interrumpió primero porque hubo que atender a un pasajero descompuesto y luego por un intento de suicidio. Igual, pasajeros agredieron a empleados del subte.
Dos interrupciones en el servicio de la línea B de subte, la primera poco después de las 9 de la mañana y la segunda a las 11, generaron nuevas protestas de pasajeros, que agredieron verbalmente a los trabajadores de Metrovías y rompieron el vidrio de una boletería de la estación Malabia. La pequeña multitud enfurecida protestó contra dirigentes sindicales identificados por sus apellidos: “¡Llamalo a (Claudio) Dellecarbonara que venga a dar la cara!”, “Que venga el Gordo (Néstor) Segovia”. En un comunicado, Metrovías informó que las interrupciones de ayer no se debieron a fallas técnicas, ni a conflictos con los trabajadores: en el primer caso hubo “un pasajero descompuesto a bordo de una formación en la estación Callao” y, en el segundo, “una persona se arrojó a las vías” cuando la formación entraba en Malabia.
“Sabemos que los inconvenientes ocasionados generan malestar en los usuarios, pero de ninguna manera esto justifica actitudes de violencia o agresión contra nuestro personal”, señaló la empresa. El delegado de la línea B, Claudio Dellecarbonara, dijo a este diario que en cada una de las interrupciones, al escuchar los motivos, “la gente creía que era mentira, repetían lo que dicen algunos responsables en los medios: que somos unos vagos, que no queremos trabajar. Se está convirtiendo en insostenible, salís a trabajar y pasa cualquier cosa que no tiene que ver con nosotros, pero la gente termina descargando en nosotros la bronca por el mal servicio. No sabemos en qué momento puede pasar a mayores. Están tratando de provocar, hay una campaña para culpar a los trabajadores de la falta de inversión y mantenimiento”.
La vocera de Metrovías, Lucía Ginzo, anunció que, a raíz de los sucesivos incidentes y destrozos, habrá un refuerzo del personal de seguridad en las estaciones. Por su parte, el secretario adjunto de la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y del Premetro (AGTSyP), Néstor Segovia, advirtió que los trabajadores no brindarán servicio con las formaciones que presenten fallas y problemas de seguridad. “Coche que falla, coche que no vamos a permitir que salga a las vías”, adelantó, y agregó: “Ante las reiteradas fallas técnicas que nosotros advertimos, no vamos a caer en la trampa de culpar a los pasajeros por su reacción cuando la Ciudad es la responsable”. Por su parte, el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, aseguró que “diez años de desinversión son una gran piedra en el zapato de la comunidad”, que se ha “avanzado muchísimo en los últimos meses”, pero que las mejoras se lograrán “trabajando juntos en el sistema de subterráneos”.
El servicio de la línea B se interrumpió, primero, entre las 9.10 y las 10.40, cuando una mujer de unos 50 años sufrió una lipotimia en la estación Callao. En un comunicado, Metrovías señaló que se había aplicado lo que “establece el protocolo ante una situación de estas características”, que es esperar al SAME y, una vez atendido el pasajero, reanudar el funcionamiento de la línea. La empresa informó que “a raíz de esta interrupción, se registró un incidente en la estación Malabia (…) entre un pasajero y personal de la empresa, que tuvo como consecuencia la rajadura de un vidrio de la boletería”. Entre las protestas de pasajeros, hubo quienes gritaban: “¡Ganan un montón de guita, laburan seis horas y cagan a los trabajadores!”, “¡Llamalo a Dellecarbonara que venga a dar la cara!”, “¡Que venga el gordo Segovia!”.
A las 11, cuando el servicio se había normalizado, una mujer se arrojó a las vías de la estación Malabia cuando llegaba la formación. Metrovías señaló en su comunicado que, “como establece el procedimiento de seguridad, a raíz de este hecho fatal se dio intervención a Bomberos, SAME y Policía Federal, quienes estuvieron trabajando en el lugar tras el cierre de la estación”. El servicio se reanudó a las 14.
“En hechos como los ocurridos durante el día de hoy (por ayer), las interrupciones y las posibles demoras en normalizar el servicio se deben a procedimientos y protocolos de seguridad operativa que, en un medio de transporte como el subterráneo, están preestablecidos con el propósito de garantizar la seguridad de los pasajeros”, especificó el comunicado de la empresa Metrovías.
Por las agresiones, que también habían tenido lugar el miércoles, trabajadores de distintas áreas de Metrovías realizaron ayer asambleas para debatir medidas. “La línea B está al borde de una catástrofe y los trabajadores no somos los responsables, pese a que el gobierno porteño nos culpa y nos acusa de vagos”, lamentó el delegado Dellecarbonara, que atribuyó la lipotimia de la pasajera a que “en las horas pico los trenes viajan llenos por falta de formaciones” y “muchos no soportan la sofocación y se descompensan”. “Pero los usuarios, a raíz de la campaña del gobierno porteño que nos acusa de no querer trabajar, se la toman con nosotros.”