La tasa de desempleo registró un mínimo histórico, según el registro oficial para los últimos casi 30 años. El retroceso más importante de la desocupación se registró en el conurbano bonaerense, con una baja anual de dos puntos.

La desocupación registró mínimos históricos en el tercer trimestre del año, al ubicarse en el 5,9 por ciento, la cifra más baja de los últimos 28 años. El mayor dinamismo del mercado interno, a través de la recuperación del consumo privado y de actividades como la construcción, que demanda mano de obra en forma intensiva, fueron elementos claves para explicar el desempeño del mercado laboral en 2015. El conurbano bonaerense fue la localidad del país con el mayor retroceso de la desocupación, al bajar de 8,7 a 6,7 por ciento entre el tercer trimestre de 2014 y el mismo período de este año, mientras que en la Ciudad de Buenos Aires se destacó el incremento en la precarización laboral, con una suba del 7,0 a 7,5 por ciento en la tasa de subocupación.

La cantidad de individuos sin empleo en los principales 31 aglomerados urbanos del país, según el informe de evolución del mercado trabajo del Indec, pasó de 895 mil a 709 mil personas entre el tercer trimestre del año pasado y el mismo período del actual. De este modo, la tasa de desocupación cayó de 7,5 al 5,9 por ciento de la población económicamente activa, para alcanzar uno de los valores más bajos de las últimas tres décadas. A finales de los noventa, tras la apertura comercial indiscriminada que afectó la producción de pequeñas y medianas empresas, se había computado un record de desempleo del 20 por ciento.

Los principales partidos del Gran Buenos Aires anotaron un fuerte retroceso en la desocupación. La cantidad de desempleados en el tercer trimestre del año sumó 383 mil personas, cuando se habían computado 493 mil individuos sin ocupación en el mismo período de 2014. Gran Mendoza, Corrientes, Gran Córdoba, Gran Santa Fe, Gran Paraná, Neuquén y Viedma fueron otros aglomerados urbanos donde se registró un fuerte retroceso del desempleo. A diferencia de este desempeño, en Posadas, Concordia, Mar del Plata, Jujuy y Río Gallego se computó un aumento de la desocupación.

En materia de precarización del trabajo, que puede observarse a través de la evolución de las tasas de subocupación, se destacó que 118 mil personas en la Capital Federal dijeron haber trabajado menos horas de lo deseado en el tercer trimestre, cuando la cifra era de 109 mil individuos en igual período del año pasado. La ciudad de Buenos Aires fue uno de los pocos centros urbanos donde aumentó la subocupación, fenómeno que se observó además en Posadas, Gran Catamarca y Gran Córdoba. En contraste, Gran San Juan, San Luis, Santiago del Estero, Concordia y Gran La Pata fueron algunas de las áreas urbanas con mayor retroceso de los subocupados.

En cuanto a otros datos relevantes, el informe detalló que la tasa de actividad, que mide la proporción de individuos que tienen o buscan empleo respecto de la población total, subió de 44,7 a 44,8 por ciento en el último año, mientras que la tasa de empleo, que registra cuántos individuos trabajan respecto de los personas activas, avanzó de 41,3 a 42,2 por ciento. Medido en cantidad de individuos, se indicó que las personas activas pasaron de 11.897.000 a 12.049.000, en tanto que las empleadas subieron de 11.002.000 a 11.342.000.

Los países más pujantes de la región, a diferencia del desempeño en el mercado laboral de la Argentina, registraron importantes tensiones en los últimos meses para impulsar el volumen de ocupación. Brasil, por caso, alcanzó en 2015 un desempleo del 8,9 por ciento, la cifra más elevada desde 2012. El principal socio comercial del país atraviesa un proceso de recesión económica, el cual se potenció por la devaluación de la moneda y los programas de reducción del gasto público lanzados a comienzos de este año. Un documento al que accedió este diario, de la consultora Latin Focus, estimó además que Chile, Paraguay, Uruguay, Venezuela, Ecuador y Perú incrementarán su desempleo al cierre del 2015 respecto de las cifras del 2014, en tanto que en Bolivia y Colombia se mantendrá en los niveles del año pasado.