“UN MOMENTO HISTÓRICO PARA LA CIUDAD”

Este viernes por la tarde se presentó el ministro de Justicia y Seguridad de la Ciudad, Martín Ocampo, en la Legislatura porteña para explicar, ante los miembros de las comisiones de Seguridad, Justicia y Presupuesto el proyecto del Ley de Seguridad Pública.
“Se trata de una fuerza que será la expresión de un Gobierno civil, controlada por una oficina de transparencia externa de la cual no podrá participar ninguna persona que haya tenido estado policial, obligando a todos los cuadros superiores a entregar sus declaraciones juradas, con férreos controles de auditorías que estarán por fuera de cualquier presión política o de la misma fuerza, comenzó explicando el Ministro.
Y aseguró que “se trata de un gran proyecto, asumiendo que se está ante un momento histórico para la Ciudad”, invitando a los legisladores a tener una mirada “que exceda el corto plazo”.
Ocampo afirmó que “la Ley que se busca aprobar va más allá de un proyecto político”, en referencia al circunstancial paso del PRO por el Gobierno, por lo que se estaría ante el desafío de posicionarse con “una mirada estratégica que significa concretar este proceso pensando en todos los vecinos de la Ciudad”.
“Se trata -dijo Ocampo- de una Ley que busca normar sobre aspectos más amplios que los de la propia cuestión de policías-“, y que está pensándose en abordar el tema con una visión “integral de la seguridad, que no puede ser encasillada en un abordaje policial”.
“Es justamente esta visión integral lo que va a permitir, en la postura del Gobierno, poder lograr una sociedad más segura”, aseguró el ministro Ocampo.
Al plantear los aspectos centrales de la Ley, Martín Ocampo dijo que los principios rectores, “su verdadera matriz filosófica”, se basa en un gobierno civil, cercanía con la comunidad, participación ciudadana, innovación, transparencia, prevención, desburocratizaición, eficacia y estadísticas confiables.
En relación al gobierno civil de la fuerza, el ministro Martín Ocampo aseguró que es algo que “se viene debatiendo en todo el mundo en materia de seguridad, terminando con el delegacionismo y el retiro de la política en materia de seguridad”.
Esta supremacía de lo civil en el control de la futura policía llega al punto de entender que en la nueva fuerza el sistema sancionatorio, la capacitación y todas las cuestiones administrativas ya no estarán a cargo de la cúpula policial.
El abordaje de Ocampo en referencia a la cercanía de la nueva estructura con la comunidad se limitó a decir que se estará “más cera de la gente”, generando un vínculo que fortalezca otro los aspectos centrales como es la participación ciudadana.
Esta participación es, para Ocampo, “una de las más importantes herramientas” para poder asegurar otra de las cuestiones planteadas como es la transparencia. Se trata de una “participación que podrá garantizar mejores políticas”, ya que el control vecinal “ayuda mucho al control de las políticas de seguridad”.
Fue terminante, al decirles a los legisladores que “esta participación es lo que alienta la transparencia en el manejo de la seguridad”.
Otro de los tópicos sobre los que se plantea la nueva policía porteña es la innovación. En este sentido, el Ministro de Justicia y Seguridad indicó que esto se plasmará en el entendimiento de saber que este es “hoy por hoy uno de los pilares de la propia sociedad y una ventana de oportunidad para la gestión de seguridad”.
Sin lugar a dudas, uno de los grandes interrogantes es saber cómo se va a controlar a la nueva fuerza, que se dijo tendrá un sistema de auditoría externa, constituyéndose esto en otra de las metas a partir del objetivo de lograr metas claras de transparencia institucional.
Cómo ya lo mencionara el propio Jefe de Gobierno, los legisladores que siguen el tema del traspaso, el ministro Ocampo dijo que “habrá tolerancia cero con casos de corrupción”, bajo el entendimiento que resulta “inaceptable” establecer una fuerza de seguridad que “conviva con el delito”.
La prevención también figura en el listado de prioridades del plan oficial de constitución de esta nueva fuerza. Una prevención que se reconoce como “una de las cuestiones más difíciles de diagramar”, tal como expresó Ocampo.
Se trata de un aspecto que es “exitoso cuando no pasa nada, cuando la gente no se entera”, siendo este uno de los focos en los que se pondrá mayor atención, y al que el ministro relacionó en su exposición con lo dicho sobre la importancia de la participación vecinal.
La desburocatización de la fuerza es algo que Ocampo relacionó con la simplificación de todos los trámites administrativos y que se conjuga con la búsqueda de la eficacia y la eficiencia, ya que “los recursos del Estado son finitos y se deben cuidar pensando en la gente”.
Uno de los aspectos centrales que se pedirán para poder evaluar el desempeño de la fuerza, que inaugurará Horacio Rodríguez Larreta, es contar con estadísticas confiables. Este es el último de los aspectos que Ocampo puso sobre la mesa del plenario conjunto de las comisiones legislativas reunidas en el salón Montevideo.
Reconoció el Ministro que “ninguna decisión se puede tomar cuando la estadística no es confiable”, asegurando que “hoy el sistema estadístico es de muy bajo nivel técnico”, entre otras cuestiones, porque “hay mucho que no se denuncia”.
La Ley de Seguridad Pública, en sí, aborda temas generales del nuevo cuerpo policial, sobre el nuevo estatus del cuerpo de bomberos, que perderá su condición de policial, la situación futura de la obra social, todo lo relacionado con el tránsito y las cuestiones relacionadas con la tecnología.
Los cuestionamientos de los legisladores de la oposición giraron en torno a saber cómo se va a trabajar en relación a los policías que van a ser traspasados y que están sospechados de corrupción, según lo señalado por la diputada Graciela Ocaña (Confianza Pública), quien también volvió a reclamar por la constitución de una comisión de seguimiento en el ámbito parlamentario.
La diputada Natalia Fidel (SUMA+) avanzó sobre el tema de los adicionales que hoy cobran los efectivos de la Policía Federal traspasada pidiendo, además, precisiones sobre el presupuesto para la nueva fuerza.
Sobre estas consideraciones el ministro Ocampo agradeció a Ocaña por entender sus denuncias son tomadas en consideración, asegurando que se analizarán los distintos legajos, dijo que la conformación de la comisión especial es facultad de la propia Legislatura y explicó que los adicionales son parte del salario de los trabajadores y que, si bien no se propicia su continuidad, es algo que deberá ser contemplado en este momento de transición.
También Ocampo mencionó que toda esta discusión mediática del tema trajo aparejado “situaciones de conflicto e incertidumbre en las familias de los policías traspasados”, indicando que “todo lo haga va a hacer en mejora de los policías”, pero que “no se van a permitir privilegios”.
Al hacer referencia al presupuesto, Ocampo señaló que “se hizo en base a que la Ciudad y la Nación no perdieran dinero”, asegurado que el cálculo debe ser estipulado “contemplando cuestiones que van más allá de lo salarial”.
Roy Cortina (Partido Socialista) se mostró interesado por la utilización futura del mapa del delito, pidiendo que se garantice la participación ciudadana, algo con lo que Ocampo coincidió, remarcando que no puede darse más detalle en el proyecto sobre esta cuestión por entender que se trata de “una herramienta importante pero variable”.
Otro de los legisladores que plantearon interrogantes al proyecto oficial fue el diputado Gabriel Fuks (CNM), quien valoró la pérdida del estado policial para los futuros bomberos, pero sin dejar consultar sobre cómo se va a actuar ante la protesta social.
El ministro Ocampo dijo que esto se va a dar en el marco de lo señalado por la propia Constitución de la Ciudad, coincidiendo con lo expresado por el diputado Javier Gentillini (FR) quien señaló la necesidad de contar con una policía “de proximidad con el vecino y el barrio, a la manera del famoso policía de la esquina”.
Este viernes por la tarde se presentó el ministro de Justicia y Seguridad de la Ciudad, Martín Ocampo, en la Legislatura porteña para explicar, ante los miembros de las comisiones de Seguridad, Justicia y Presupuesto el proyecto del Ley de Seguridad Pública.
“Se trata de una fuerza que será la expresión de un Gobierno civil, controlada por una oficina de transparencia externa de la cual no podrá participar ninguna persona que haya tenido estado policial, obligando a todos los cuadros superiores a entregar sus declaraciones juradas, con férreos controles de auditorías que estarán por fuera de cualquier presión política o de la misma fuerza, comenzó explicando el Ministro.
Y aseguró que “se trata de un gran proyecto, asumiendo que se está ante un momento histórico para la Ciudad”, invitando a los legisladores a tener una mirada “que exceda el corto plazo”.
Ocampo afirmó que “la Ley que se busca aprobar va más allá de un proyecto político”, en referencia al circunstancial paso del PRO por el Gobierno, por lo que se estaría ante el desafío de posicionarse con “una mirada estratégica que significa concretar este proceso pensando en todos los vecinos de la Ciudad”.
“Se trata -dijo Ocampo- de una Ley que busca normar sobre aspectos más amplios que los de la propia cuestión de policías-“, y que está pensándose en abordar el tema con una visión “integral de la seguridad, que no puede ser encasillada en un abordaje policial”.
“Es justamente esta visión integral lo que va a permitir, en la postura del Gobierno, poder lograr una sociedad más segura”, aseguró el ministro Ocampo.
Al plantear los aspectos centrales de la Ley, Martín Ocampo dijo que los principios rectores, “su verdadera matriz filosófica”, se basa en un gobierno civil, cercanía con la comunidad, participación ciudadana, innovación, transparencia, prevención, desburocratizaición, eficacia y estadísticas confiables.
En relación al gobierno civil de la fuerza, el ministro Martín Ocampo aseguró que es algo que “se viene debatiendo en todo el mundo en materia de seguridad, terminando con el delegacionismo y el retiro de la política en materia de seguridad”.
Esta supremacía de lo civil en el control de la futura policía llega al punto de entender que en la nueva fuerza el sistema sancionatorio, la capacitación y todas las cuestiones administrativas ya no estarán a cargo de la cúpula policial.
El abordaje de Ocampo en referencia a la cercanía de la nueva estructura con la comunidad se limitó a decir que se estará “más cera de la gente”, generando un vínculo que fortalezca otro los aspectos centrales como es la participación ciudadana.
Esta participación es, para Ocampo, “una de las más importantes herramientas” para poder asegurar otra de las cuestiones planteadas como es la transparencia. Se trata de una “participación que podrá garantizar mejores políticas”, ya que el control vecinal “ayuda mucho al control de las políticas de seguridad”.
Fue terminante, al decirles a los legisladores que “esta participación es lo que alienta la transparencia en el manejo de la seguridad”.
Otro de los tópicos sobre los que se plantea la nueva policía porteña es la innovación. En este sentido, el Ministro de Justicia y Seguridad indicó que esto se plasmará en el entendimiento de saber que este es “hoy por hoy uno de los pilares de la propia sociedad y una ventana de oportunidad para la gestión de seguridad”.
Sin lugar a dudas, uno de los grandes interrogantes es saber cómo se va a controlar a la nueva fuerza, que se dijo tendrá un sistema de auditoría externa, constituyéndose esto en otra de las metas a partir del objetivo de lograr metas claras de transparencia institucional.
Cómo ya lo mencionara el propio Jefe de Gobierno, los legisladores que siguen el tema del traspaso, el ministro Ocampo dijo que “habrá tolerancia cero con casos de corrupción”, bajo el entendimiento que resulta “inaceptable” establecer una fuerza de seguridad que “conviva con el delito”.
La prevención también figura en el listado de prioridades del plan oficial de constitución de esta nueva fuerza. Una prevención que se reconoce como “una de las cuestiones más difíciles de diagramar”, tal como expresó Ocampo.
Se trata de un aspecto que es “exitoso cuando no pasa nada, cuando la gente no se entera”, siendo este uno de los focos en los que se pondrá mayor atención, y al que el ministro relacionó en su exposición con lo dicho sobre la importancia de la participación vecinal.
La desburocatización de la fuerza es algo que Ocampo relacionó con la simplificación de todos los trámites administrativos y que se conjuga con la búsqueda de la eficacia y la eficiencia, ya que “los recursos del Estado son finitos y se deben cuidar pensando en la gente”.
Uno de los aspectos centrales que se pedirán para poder evaluar el desempeño de la fuerza, que inaugurará Horacio Rodríguez Larreta, es contar con estadísticas confiables. Este es el último de los aspectos que Ocampo puso sobre la mesa del plenario conjunto de las comisiones legislativas reunidas en el salón Montevideo.
Reconoció el Ministro que “ninguna decisión se puede tomar cuando la estadística no es confiable”, asegurando que “hoy el sistema estadístico es de muy bajo nivel técnico”, entre otras cuestiones, porque “hay mucho que no se denuncia”.
La Ley de Seguridad Pública, en sí, aborda temas generales del nuevo cuerpo policial, sobre el nuevo estatus del cuerpo de bomberos, que perderá su condición de policial, la situación futura de la obra social, todo lo relacionado con el tránsito y las cuestiones relacionadas con la tecnología.
Los cuestionamientos de los legisladores de la oposición giraron en torno a saber cómo se va a trabajar en relación a los policías que van a ser traspasados y que están sospechados de corrupción, según lo señalado por la diputada Graciela Ocaña (Confianza Pública), quien también volvió a reclamar por la constitución de una comisión de seguimiento en el ámbito parlamentario.
La diputada Natalia Fidel (SUMA+) avanzó sobre el tema de los adicionales que hoy cobran los efectivos de la Policía Federal traspasada pidiendo, además, precisiones sobre el presupuesto para la nueva fuerza.
Sobre estas consideraciones el ministro Ocampo agradeció a Ocaña por entender sus denuncias son tomadas en consideración, asegurando que se analizarán los distintos legajos, dijo que la conformación de la comisión especial es facultad de la propia Legislatura y explicó que los adicionales son parte del salario de los trabajadores y que, si bien no se propicia su continuidad, es algo que deberá ser contemplado en este momento de transición.
También Ocampo mencionó que toda esta discusión mediática del tema trajo aparejado “situaciones de conflicto e incertidumbre en las familias de los policías traspasados”, indicando que “todo lo haga va a hacer en mejora de los policías”, pero que “no se van a permitir privilegios”.
Al hacer referencia al presupuesto, Ocampo señaló que “se hizo en base a que la Ciudad y la Nación no perdieran dinero”, asegurado que el cálculo debe ser estipulado “contemplando cuestiones que van más allá de lo salarial”.
Roy Cortina (Partido Socialista) se mostró interesado por la utilización futura del mapa del delito, pidiendo que se garantice la participación ciudadana, algo con lo que Ocampo coincidió, remarcando que no puede darse más detalle en el proyecto sobre esta cuestión por entender que se trata de “una herramienta importante pero variable”.
Otro de los legisladores que plantearon interrogantes al proyecto oficial fue el diputado Gabriel Fuks (CNM), quien valoró la pérdida del estado policial para los futuros bomberos, pero sin dejar consultar sobre cómo se va a actuar ante la protesta social.
El ministro Ocampo dijo que esto se va a dar en el marco de lo señalado por la propia Constitución de la Ciudad, coincidiendo con lo expresado por el diputado Javier Gentillini (FR) quien señaló la necesidad de contar con una policía “de proximidad con el vecino y el barrio, a la manera del famoso policía de la esquina”.

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