CASO ARRIBAS

LA JUSTICIA INSVESTIGA A DOS CONSTRUCTORAS ARGENTINAS POR UN CONTRATO CON AYSA
El terremoto político que causó la declaración por videoconferencia del financista brasileño Leonardo Meirelles, reconociendo el pago de coimas por 850.000 dólares al número uno de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), parece lejos de tener fin.
Los fiscales Federico Delgado y Sergio Ramírez tomaron testimonio al encargado de transferir los sobornos de Odebrecht, en el marco de una causa en la que se investigan pagos “indebidos” a directivos de la empresa AYSA y funcionarios por la adjudicación de la planta potabilizadora Juan Manuel de Rosas en el partido de Tigre.
El contrato para esta megaobra, por más de 350 millones de dólares, fue firmado entre AYSA y un consorcio integrado por los brasileños y dos socios argentinos: Roggio y Cartellone. Según se desprende de la confesión que realizó Marcelo Odebrecht, preso en Brasil, ante la justicia norteamericana, la empresa habría pago en los últimos 12 años más de 35 millones de dólares en sobornos para obtener obras en nuestro país.
Los investigadores creen que la planta de Tigre es un capítulo ineludible en esa trama de sobornos y buscan precisar el rol de Roggio y Carellone. Es que resulta inverosímil que los socios argentinos de Odebrecht fueran ajenos a una maniobra semejante, más aún cuando ambos supieron entablar una relación muy amistosa con el exsecretario de Obras Públicas del kirchnerismo José López, lo que redundo en millonarios contratos de obras nacionales para ambas compañías.
Si bien en un primer momento la correlación de fechas entre las transferencias recibidas por Arribas y el relanzamiento del Soterramiento del ferrocarril Sarmiento hacía suponer alguna relación entre ambos hechos (uno de los contratistas era IECSA del primo de Macri) hoy no se descartan otras alternativas.  
La planta Juan Manuel de Rosas fue inaugurada por la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner en mayo de 2014. La conducción de AYSA estaba en lo formal a cargo de Carlos Ben pero quien manejaba los hilos de la compañía estatizada por Néstor Kirchner en 2006 era el poderoso sindicalista José Luis Lingeri (de SBATOS).
 El sábado ese gremio sorprendió con una dura solicitada en la que proponía indagar en todas las obras que realizó Oderbrecht en nuestro país y no sólo la planta de agua, a la vez que denunciaba un ataque contra el personal de AYSA.
El jefe de los espías argentinos fue sobreseído por el juez Rodolfo Canicoba Corral, medida que en un principio quedó firme por la negativa a apelar por parte del fiscal de Cámara, Germán Moldes. Si bien se especula con que esa causa podría reabrirse, los fiscales encontraron un resquicio para investigar con la pesquisa que busca establecer el pago de sobornos por pago de Odebrecht y el rol de Gustavo Arribas en ese entramado.

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