Luego de los cruces que se produjeron en el 2015, entre la entonces presidenta Cristina Kirchner y el entonces jefe de Gobierno porteño Mauricio Macri, por la llegada de la estructura de Juana Azurduy con una mirada amenazante a la Casa Rosada, el Gobierno actual dispuso que el próximo sábado dos grúas se ocupen de sacar a la líder de la revolución del Alto Perú de la Plaza Colón para llevarla a su nuevo destino que será enfrente del Centro Cultural CCK (ex Correo Central). 

El operativo, que incluye cortes de tránsito a partir de las 8.30 de la mañana en calles del microcentro, contará con una estructura, también llamada trineo, donde será montado el monumento. El trineo cuenta con 4 enganches que serán sujetados a las dos grúas. Los brazos de la grúa levantarán la estatua para colocarla luego en un carretón de 3.60 metros de ancho por 10 metros de largo. 

A su vez, el carretón será depositado en un camión que transitará por la avenida La Rábida ocupando tres carriles, luego irá por Alem sentido al norte y entrará a la explanada del CCK donde ya está ubicada la nueva base dispuesta. Se considera que la mudanza demandará, si no hay problemas, hasta las 17.30. 

Sin embargo, este operativo no está exento de posibles interferencias, ya que según explican fuentes del Gobierno porteño los responsables de instalar y construir en su momento la estatua no dejaron cálculos previos e información documentada de cuánto pesa (aunque se estima que puede pesar entre 15 a 25 toneladas). 

Otro de los inconvenientes es que el monumento no fue terminado, por lo que no se le aplicó una pátina que pudiera haber protegido la estructura, deterioro que en partícula se observa en el brazo. Por lo que, el operativo deberá ser lento ya que debe ser manejado con mucha delicadeza con el propósito de prevenir que se afecte el monumento.

Una vez que esté ubicada en su nuevo destino, Juana Azurduy será restaurada. Los trabajos de reparación serán llevados a cabo por la Ciudad de Buenos en conjunto con la Comisión Nacional de Monumentos. 

Desde la Casa Rosada informaron que se tomó contacto previamente con el artista argentino Andrés Zerneri del proyecto con el objetivo de aventar cualquier inconveniente y, según comentaron, el autor del monumento no percibió aún los honorarios que en su momento fueron de unos 10 millones de pesos.

La pelea de las estatuas es una de las polémicas más conocidas durante la gestión de la expresidente Cristina de Kirchner cuando en el 2013 decidió reemplazar la escultura de Cristóbal Colón por Juana Azurduy, que según se dijo fue una sugerencia del expresidente de Venezuela Hugo Chávez quién le habría cuestionado la presencia de Colón en los predios de la Casa Rosada.  El reemplazo de los monumentos fue otra de las peleas que mantuvo Cristina con la Ciudad en ese entonces manejada por el actual presidente Macri. 

En el lugar que ocuparon previamente Colón y luego Juana Azurduy se construirá un gran espejo de agua que recuerde que alguna vez fue parte del Río de la Plata.