DÍA DEL AGUA: COMO EL CEAMSE CONVIERTE LOS LÍQUIDOS DE LA BASURA

Cuenta con un establecimiento en el que procesan los líquidos lixiviados para evitar que contaminen las napas. Los transforman en agua, que no es potable, pero que sirve para riego de espacios verdes, de caminos y limpieza de equipos.
Cuando en la propia casa uno saca la bolsa del tacho de basura, muchas veces chorrea un líquido. Algo parecido sucede con los materiales de un relleno sanitario, por eso es importante controlarlos para evitar que lleguen al suelo y a las napas subterráneas.

Para eso, el Ceamse dispone en el Complejo Ambiental de José León Suárez de un sistema para procesar y transformar en agua a los líquidos lixiviados, es decir, a aquellos que decantan de la propia basura o producto de la lluvia una vez dispuestos en el relleno. En términos específicos son 2.000.000 de litros por día, el equivalente al lavado de 100.000 autos diarios.
“Por un sistema automático de bombeo traemos los líquidos a unas piletas de ecualización en donde se procesan los líquidos lixiviados”, explicó Leonardo Maceiras Gerente de operaciones de Ceamse, y agregó: “Luego pasan a un proceso de nanofiltración y ultrafiltración obteniendo un agua cristalina, que no es potable, pero sí es reutilizable”.
¿Para qué se usa el agua? “El 70 por ciento lo reutilizamos, para riegos de caminos, limpieza de equipos y sólo el 30% es volcado al curso del agua, luego de pasar todos los análisis y controles que demanda la ley”, explicó Maceiras y enfatizó: “Esa es la gran diferencia entre un basural y un relleno sanitario. En un basural, estos líquidos se infiltran en las napas de agua”. El grado en el cual se cristaliza se obtiene a través de la nanofiltración que es el último proceso donde se retienen las partículas biodegradables.

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