CONVOCAN A UN FESTIVAL CONTRA LOS DESPIDOS EN ESPACIOS DE DDHH
Este sábado a las 18 horas el Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti será el escenario de un festival organizado por trabajadores y referentes de Derechos Humanos bajo la consigna “Una memoria que ARDE, El Conti en guardia”. La actividad constituye una respuesta a los recientes despidos en esta institución, ubicada en el Espacio Memoria y Derechos Humanos ex ESMA, y al cierre temporario del centro anunciado por la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación.
El conflicto se disparó el 31 de diciembre, cuando un grupo de trabajadores del Centro Cultural Haroldo Conti recibió un comunicado que anunciaba el cese de actividades del lugar a partir del 2 de enero, en el marco de una “reestructuración interna”. Al día siguiente, agentes de la Policía Federal bloquearon el ingreso al edificio con listados de empleados despedidos, medida que afectó a aproximadamente medio centenar de personas.
El festival de este sábado incluirá intervenciones artísticas y manifestaciones pacíficas frente al Conti. Según un comunicado de ATE, la iniciativa busca “visibilizar la situación laboral y el impacto de los recortes en políticas de derechos humanos”. La convocatoria fue resuelta tras una asamblea realizada en el centro cultural el jueves pasado, con la participación de trabajadores, referentes sindicales y representantes de organismos de Derechos Humanos.
La medida se suma a una serie de acciones destinadas a repudiar tanto los despidos como el desmantelamiento de las políticas de Memoria respecto del terrorismo de Estado, en un marco de fuerte negacionismo de parte del Gobierno. En esa línea, ayer hubo una misa en la puerta de la Secretaría de Derechos Humanos, ubicada en el predio de la ex ESMA. La encabezó el padre Toto de Vedia, quien se desempeña como sacerdote de la parroquia Virgen de los Milagros de Caacupé, en la villa 21-24
Los despidos en el Haroldo Conti se insertan en el marco de un ajuste presupuestario mayor impulsado por el Ministerio de Justicia, encabezado por Mariano Cúneo Libarona. El plan incluye, principalmente, el despido de aproximadamente 2.000 trabajadores en distintos organismos bajo la órbita de la Secretaría de Derechos Humanos, con modalidades de contratación diversas.
En ese contexto, el Archivo Nacional de la Memoria, otra institución central en la preservación de documentos vinculados a los juicios de lesa humanidad, también cerró sus puertas esta semana. De manera similar, trabajadores del Centro para la Memoria Virrey Cevallos denunciaron un proceso de desmantelamiento de ese espacio, ubicado en el barrio de Monserrat y reconocido como un sitio de memoria por haber sido un centro clandestino de detención durante la última dictadura.
La situación generó fuertes críticas desde distintos sectores y el ámbito partidario no fue la excepción. La legisladora porteña Victoria Montenegro (UxP) presentó una denuncia contra el secretario de Derechos Humanos, Alberto Baños, y el ministro Cúneo Libarona, acusándolos de “desfinanciar y poner en riesgo los sitios de memoria”.