Tras el discurso del Presidente de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti, en el acto de apertura del año judicial y en el que convocó a la discusión de una política de Estado para la transformación de la Justicia, Infobae consultó a algunos de los magistrados que asistieron al encuentro.

El juez federal Claudio Bonadio, que acaba de elevar a juicio la causa en la que está acusada Cristina Fernández de Kirchner por la firma del Memorándum con Irán, se refirió a la gran cantidad de expedientes que tramitan en los juzgados. “Nosotros tenemos muchas causas en trámite, tenemos casi 300 causas por secretaría, son 600 entre las que hay algunas muy complejas y causas que no son tan complejas desde el punto de vista técnico pero que requieren darle una respuesta a la gente”.

Por su parte el juez de la Cámara Federal de Casación Penal, Mariano Borinsky, destacó que el objetivo del programa anunciado por Lorenzetti es lograr que la Justicia esté al servicio de la sociedad: “Hay que tener autocrítica, hay que ver de qué forma se puede gestionar mejor judicialmente, estableciendo penas adecuadas para delitos trascendentes como narcotráfico y corrupción, y ver cómo lograr que el dinero malhabido vuelva al Estado desde el comienzo mismo del proceso penal”.

Otro de los asistentes, el Procurador General de la Ciudad de Buenos Aires, Gabriel Astarloa afirmó que la convocatoria de Lorenzetti para debatir una política de Estado que transforme los Poderes Judiciales fue una decisión muy acertada. “Ha sido un muy buen anuncio” y agregó que “tratar con diálogo constructivo generar acuerdos básicos que perduren en el tiempo con independencia de quienes ocupan las funciones es una herramienta fundamental.”