DISTURBIOS EN CONSTITUCIÓN

Mientras miles de pasajeros esperaban en los alrededores de la estación regresar a sus hogares, un grupo de jóvenes atacó con piedras y bombas incendiarias el edificio de la terminal del Ferrocarril Roca, paralizado desde el mediodía por un paro sorpresivo de La Fraternidad, que afectó también a los ramales Sarmiento, Belgrano Sur y Mitre. Poco antes, el delegado gremial del Sarmiento, Rubén “Pollo” Sobrero, había puesto en duda los propósitos de la decisión sindical porque “cuando se toman medidas de fuerza tiene que estar claro el motivo”. El ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, denunció que la verdadera razón de la medida fue la instalación de cámaras de seguridad en las cabinas de conducción, ya que “el aguinaldo se paga mañana, el cuarto día hábil del mes, como sucede desde hace 8 años”.
Los incidentes se iniciaron cerca de las 19.30, en momentos en que los violentos atacaron a patrulleros que se encontraban en la calle y seguidamente desataron incendios en puestos y sobre las calles laterales de la estación Constitución.

Los agresores tomaron escombros, andamios y otros objetos que lanzaron contra las puertas de ingreso a la terminal, provocando serios destrozos.

Los destrozos tenían lugar sin presencia policial y en medio de una situación fuera de control.
También prendieron fuego distintos elementos y rompieron parte de las obras del Metrobús de la 9 de Julio.
Unas 15 personas fueron detenidas por la Policía Federal como responsables de los incidentes y destrozos provocados en la estación Constitución, donde un grupo de no más de 30 personas atacó el edificio de la terminal y a los comercios aledaños. Tras más de 40 minutos, intervino la guardia de Infantería de la Policía Fede
Por otro lado, los usuarios se mostraron este miércoles molestos por el imprevisto paro y tuvieron que recurrir a otras alternativas de transporte.
Durante la tarde, largas colas se observaron en las paradas de colectivos, donde en muchos casos tenía que esperar por otra unidad ya que cada unidad viajaban al tope de su capacidad y sin posibilidad de que asciendan más pasajeros.

Las estaciones de Constitución, Retiro y Once fueron lugares donde un mar de personas inundó veredas y calles, donde aguardaron con paciencia para intentar subirse a un colectivo, combi o taxi.
A la hora de regreso, la situación se tornó caótica en muchos puntos de la ciudad.

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