Según explicó De Vido, en las facturas de luz, el 72 por ciento de los hogares recibirán aumentos que van de 4 a 10 pesos. En las facturas de gas, el 80 por ciento de los hogares recibirá subas de entre 4 y 20 pesos por cada factura.

En tanto, la actividad comercial tendrá subas de hasta 300 pesos en luz y 150 en gas.

Además, se anunció que se contemplarán ocho excepciones para el incremento: las personas que necesiten de tratamientos electrodependientes, las viviendas con varias familias bajo un mismo techo, los hogares con planes de viviendas sociales, las personas que reciben servicios asistenciales, las construcciones desfavorables, aquellos que sufran de enfermedades crónicas o incapacidades, los casos especiales de ingresos insuficientes y las personas que se postulen voluntariamente para no pagar el aumento.

Por su parte, el viceministro de Economía, Axel Kicillof, sintetizó que “estamos generando un marco donde el sector privado se va a poder desarrollar con más ímpetu, porque vamos a crear una base para los próximos 20 años de crecimiento que esperamos para la Argentina“. “También vamos a avanzar con el marco regulatorio”, dijo al remarcar que “venimos de uno que permitía el saqueo del sector y no estaba puesto al servicio de los argentinos”.
Además, precisó que, entre 2003 y 2011, “la demanda de energía eléctrica creció 41 por ciento” y que fue respondida con “políticas públicas que permitieron un crecimiento de 7 mil megavatios de potencia instalada en ocho años”. Esto “significa un crecimiento inédito de 30 por ciento de la capacidad eléctrica argentina”, dijo y agregó que esto requirió una “enorme intervención del Estado”.