SENTENCIA POR CROMAÑON
Está previsto por la Cámara de Casación Penal revelar el próximo miércoles la sentencia final contra los imputados en la causa Cromañón, tal lo solicitado por el fiscal Raúl Pleé, quien pidió la condena del gerenciador, los integrantes de la banda musical Callejeros, el ex funcionario policial, Carlos Díaz, y el jefe de seguridad del local Raúl Villareal.
La Cámara de Casación Penal dará a conocer el próximo miércoles la sentencia final sobre las penas impuestas por el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N° 24 de la Capital que oportunamente había condenado a ocho y cinco años de prisión a Omar Chabán y al líder del grupo Callejeros, Patricio Fontanet, respectivamente, en la causa por la tragedia ocurrida durante el incendio en el establecimiento Cromañón el 30 de diciembre de 2004.
La audiencia tendrá lugar a las 11:30 hs. en el Salón Auditorium de los tribunales federales de Comodoro Py 2002.
Esas penas fueron apeladas y eso será lo que ahora deberá resolver Casación, debido a que los recursos presentados contra la resolución del Tribunal Oral en el juicio llevado a cabo en el 2011, llevaron al fiscal Raúl Pleé a solicitar, en la última audiencia efectuada el paso 19 de septiembre, un pedido de informes para que se condene a Chabán y a los ex integrantes del grupo Callejeros Patricio Fontanet, Eduardo Vázquez, Christian Torrejón, Juan Alberto Carbone, Maximiliano Djerfy, Elio Delgado y Daniel Cardell a la pena de 11 años de prisión. Solicitando idéntico castigo para Raúl Villarreal y Carlos Díaz.
Cabe recordar que en agosto del 2009, el TOC 24 condenó a 20 años de prisión a Oscar Chabán, a 18 años al manager de Callejeros, Marcelo Argarañaz y al ex subcomisario Carlos Díaz, como así también a un año en suspenso al jefe de seguridad del local, Raúl Villarreal, y a dos años a Fabiana Fiszbin, ex subsecretaria de Control Comunal del gobierno porteño, y Ana María Fernández, ex directora de Fiscalización y Control. Habiendo sido los fallos por “los delitos de estrago doloso, cohecho y omisión de sus deberes para los ex funcionarios públicos”.
En esa oportunidad quedaron absueltos los integrantes del grupo musical Callejeros, el ex comisario Miguel Ángel Belay y el ex funcionario, Gustavo Torres.
Al ser apelado el fallo, en abril del 2011, Casación modificó la condenas: la de Chabán, paso de “estrago doloso” a “culposo”, considerándose entonces un delito con menor pena. Revocó la absolución del grupo Callejeros y los condenó, como también a los tres ex funcionarios del gobierno de Aníbal Ibarra, que fueron condenados por estrago doloso y mantuvo el delito de cohecho.
Con esa recalificación legal, el TOC 24 volvió a dictar nuevas penas quedando entonces, Oscar Chabán a una condena de ocho años, Villarreal y Díaz a seis años, Fiszbin a cuatro años, Torres a tres años y nueve meses, Fernández a tres años y seis meses. En tanto, Argarañaz recibió la nueva pena de cinco años, Fontanet la de cinco años, Vásquez cuatro años, Torrejón y Carbone a tres años, Djerfy y Delgado dos años y seis meses, y Cardell dos años.
Queda en esta próxima audiencia que la Cámara de Casación brinde veredicto final, de este caso por el cual vienen los familiares de las víctimas y sobrevivientes de la tragedia de Cromañón, reclamando justicia por algo que no debió haber ocurrido.
La tragedia de Cromañón sucedió el 30 de diciembre de 2004 cuando durante un recital de grupo musical Callejeros, el lugar tenía el doble de gente de la capacidad admitida, y el imprudente encendido de una bengala hizo que tomara fuego la media sombra del techo, de donde se desprendieron gases tóxicos, con un saldo de 194 muertos y más de 1300 heridos, sumándose a la desdicha que los asistentes quedaron atrapados en el establecimiento porque la puerta de emergencia estaba cerrada.
Aquella trágica noche dejó al descubierto la irresponsabilidad de quienes llevan (aún en día) a un espectáculo una bengala, la falta de control por parte de los organizadores, la complicidad de ciertos funcionarios policiales y bomberos. Y aunque fueron sobreseídos, el imperdonable descontrol de los responsables de Gobierno de la Ciudad, que tenía como jefe de Gobierno a Aníbal Ibarra, por parte de las áreas de control, inspecciones y habilitaciones, tanto como el deficiente estado de abandono de equipamiento en que se encontraba el SAME.