MOVILIZACIÓN POR LA EDUCACIÓN PÚBLICA
La marcha universitaria movilizó a una multitud de estudiantes, docentes, rectores y egresados de las universidades públicas de todo al país. Al mismo tiempo, a la marcha se sumaron sindicatos, organizaciones sociales, centros de estudiantes de universidades privadas y diversos sectores de la sociedad civil.
La situación puso a las universidades nacionales en alerta. Los fondos destinados a la educación superior quedaron en un piso histórico. De acuerdo con un informe de Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ), “sin una ampliación presupuestaria, la financiación universitaria registraría su nivel más bajo desde que se tiene registro (1997)”.
Además, el informe subraya que en el primer trimestre del año hubo una reducción de las partidas ejecutadas “del 34% frente al mismo período del año pasado”. También indicaron que “para 2024, el presupuesto asignado al Programa Desarrollo de la Educación Superior (principal partida del presupuesto destinado a universidades) es un 72% más bajo en comparación con el año anterior”.
Ahora bien, ¿cómo se llegó a esta masiva marcha en defensa de la universidad pública? Todo comienza con la decisión del Gobierno, ni bien asumió a principios de diciembre, de prorrogar el presupuesto 2023 para todo el 2024, de manera tal de dejar las partidas congeladas, a pesar de la inflación que hubo durante todo el año pasado (273% anual) y las altas cifras que se registraron en los primeros meses de 2024.